Rev. Angus Stewart
El Moderador de la Iglesia Presbiteriana de Irlanda (PCI), Dr. Norman Hamilton de Ballysillan PCI en Belfast, declaró que quedó “contento de cambiar [sus] planes de viaje” para aceptar una invitación para asistir a un servicio religioso en el que el Papa, como un invitado de honor, pronunciaría un discurso (Viernes, 17 de septiembre de 2010).
La sede de este servicio ecuménico con el Obispo de Roma (en su gira Papal por el Reino Unido) fue sorprendente: La Abadía de Westminster en Londres, donde la Confesión de Fe de Westminster, el credo del Presbiterianismo en todo el mundo y de la denominación que el Dr. Hamilton representa (y hasta cierto punto) conduce.
Los dogmas de la Iglesia Católica Romana y del Papa se oponen claramente a la Confesión de Westminster, en especial sus Capítulos De la Santas Escrituras (cap. 1), Del Decreto Eterno de Dios (3), De la Providencia (5), De la Caída del hombre, del Pecado y su Castigo (6 ), El libre Albedrío (9), Del llamamiento Eficaz (10), La justificación (11), De las Buenas Obras (16), De la Perseverancia de los Santos (17), De la libertad de Conciencia (20), De la Adoración Religiosa y el Día de Reposo (21), De los Juramentos y los Votos Lícitos (22), De la Iglesia (25), De los Sacramentos (27), Del Bautismo (28), De la Cena del Señor (29), De la disciplina Eclesiástica (30) De los Sínodos y Concilios ( 31). De hecho, es muy dudoso que haya siquiera uno de los 33 Capítulos del Credo formulado en la Abadía de Westminster con la que el Papa podría estar de acuerdo con honestidad.
La Evolución Teísta de Roma (4:1), Oraciones a los santos o los muertos (21:2, 4) el purgatorio (32:1) son condenados por la Confesión de Fe de Westminster. “Los Votos monásticos Papales el Celibato, los votos de pobreza y de obediencia obligatoria… son supersticiones y trampas pecaminosas” (22:7). El “Papa no tiene ningún poder o jurisdicción sobre los magistrados o sobre alguno de los de su pueblo “incluso en el Reino Unido”, y personas eclesiásticas [por ejemplo, los sacerdotes pederastas] no están exentos de la autoridad civil y el castigo (23:4). En efecto, la Confesión de Westminster afirma que el Papa es “anticristo” (25:6) y la misa es la injuria más abominable al único sacrificio de Cristo, la única propiciación por todos los pecados de los elegidos (29:2).
Sin duda, el Papa se alegró de ser recibido y reverenciado en el histórico edificio en el que la Confesión de Fe de Westminster fue escrita. El Dr. Hamilton pudo incluso haber echado una mirada culpable hacia la Cámara de Jerusalén de la Abadía de Westminster, donde los teólogos de Westminster redactaron su gran Confesión, una Confesión Reformada que el firmó. Los miembros de la Iglesia Presbiteriana de Irlanda deberían ver con disgusto al moderador de su denominación por la traición a la verdad de Jesucristo y a su establecida Confesión. ¡Los teólogos de Westminster se horrorizarían y hasta las piedras de la Abadía de Westminster gritarían si pudieran!
Traducido por: Joyce Álvarez León.