Rev. Angus Stewart
¿Es un verdadero Presbiteriano alguien que participa, o es miembro de, una iglesia Presbiteriana? ¿O es un devoto Presbiteriano quien cree y vive de acuerdo a las doctrinas bíblicas del Presbiterianismo como son expuestas en la Confesión de Fe de Westminster (CFW)?
La circuncisión y el asistir a las sinagogas no hacían a un hombre un judío, “sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón” (Rom. 2:29). De la misma manera, es un Presbiteriano aquel que lo es interiormente y cree desde su corazón las doctrinas históricas del Presbiterianismo.
Para un Presbiteriano devote, los 66 libros de la escritura son la suprema regla de fe y vida (CFW 1:2), no la ciencia incrédula ni la corrección política. Él también cree que “algunos seres humanos y ángeles son predestinados y preordenados para vida eterna, y otros preordenados para muerte eterna” (3:3); que Cristo murió sólo por la humanidad elegida (3:6); y que el libre albedrío es una herejía (9:3). Él no mira sus propias obras para su salvación (16:5) sino que sólo la santidad justificadora de Cristo (11). Él se regocija en el pacto de Dios (7), lo que requiere el bautismo de los creyentes y sus hijos (27:1; 28:4). Él cree que la Mesa del Señor debe ser supervisada por los presbíteros para que se les niegue la admisión a “los ignorantes y los malvados” (29:8). Él confiesa que “la forma aceptable de adoración al Dios verdadero, está instituida por El mismo, y está de tal manera limitada por su propia voluntad revelada, que no debe ser adorado según las imaginaciones e invenciones del los seres humanos … o en alguna otra forma que no esté prescrita en la Biblia” (21:1). En su casa, él practica el culto familiar (21:6) y en todas las áreas de su vida él busca obedecer los diez mandamientos por gratitud hacia Dios (19:6). Él evalúa las iglesias por las tres marcas, a saber “según como sea enseñada y abrazada la doctrina del Evangelio, se administren los sacramentos, y se celebre en ellas con mayor o menor pureza la adoración pública” (25:4). Él también se opone a la iglesia del papa de Roma por estar “contra Cristo, y contra todo lo que es Dios” (25:6) y entiende que la misa es “es la injuria más abominable al único sacrificio, Cristo” (29:2).
Tristemente, los Presbiterianos devotos son escasos hoy, aunque los ministros y presbíteros Presbiterianos juran seguir las doctrinas de la Escritura como están expuestas en la Confesión de Westminster. Dios advierte que los líderes de las iglesias recibirán mayor juicio (Santiago 3:1). Aquellos que aman a Cristo y su iglesia lamentan el estado del presbiterianismo y exhortan a los presbiterianos a volver a la Confesión de Fe de Westminster.
Título Original: What Is a True Presbyterian?
Traducido por: Marcelo Sánchez