Menu Close

El Libre Albedrío: ¿Depende la Salvación de la elección de la persona? / Free Will: Does Salvation Depend on a Person’s Choice?

       

Rev. Ron Hanko

En la época de la Reforma Protestante, Martín Lutero escribió un libro titulado La Esclavitud de la Voluntad. Este libro fue escrito en contra de un hombre llamado Erasmo y su enseñanza de que el hombre tiene libre albedrío, es decir, la capacidad del hombre de elegir si seria salvo o no. Lutero le dijo a Erasmo que esta pregunta sobre el libre albedrío era el tema más importante de la Reforma. Él dijo: “Tú [es decir, Erasmo] no me has preocupado con cuestiones extrañas sobre el papado, el purgatorio, las indulgencias y otras similares, pequeñeces más que problemas … tú, y solo tú, has visto la bisagra en la que todo gira, y has apuntado al punto vital.”

A pesar de lo que escribió Lutero, la enseñanza de Erasmo sobre el libre albedrío se ha convertido en la enseñanza de la mayor parte del protestantismo actual. El libre albedrío es:

(1) Una negación de la predestinación. La predestinación significa que la voluntad de Dios (la elección de Dios) determina todas las cosas, incluyendo quién será salvo (Efesios 1:3-6). El libre albedrío por el contrario enseña que la elección del hombre es lo decisivo en la salvación.

(2) Una negación de la verdad bíblica de que la fe salvadora es un regalo de Dios (Efesios 2:8-10). El libre albedrío enseña que la fe es una decisión propia de la persona para confiar en Cristo.

(3) Una negación de la verdad de que Cristo murió solo por Su pueblo (Mateo 1:21). El libre albedrío enseña que Cristo murió por todos sin excepción y que su salvación ahora depende de que lo acepten, es decir, del “libre albedrío” del hombre para elegir.

La creencia en el libre albedrío también se muestra en el tipo de predicación y evangelización que es más popular hoy en día, la persona que ruega a los pecadores para que acepten a Cristo, que usa los llamados al altar, las apelaciones, tiempos de decisión, levantamiento de manos y otras tácticas similares para persuadirlos de que lo hagan. Todas estas cosas presuponen que la salvación de una persona depende de su propia elección.

Creemos que la voluntad del hombre está sujeta al pecado y que no solo no puede hacer el bien, sino que ni siquiera puede querer (voluntad) hacerlo (Romanos 8:7-8). Especialmente no puede hacer el mayor bien de todos, de escoger a Dios y a Cristo.

Creemos, por tanto, que el hombre no puede creer en Cristo a menos que le sea “dado de arriba” (Juan 6:44).

También creemos que lo decisivo en la salvación no es la voluntad del hombre, sino la voluntad soberana y eterna de Dios (predestinación) (Hechos 13:48; Filipenses 2:13).

Entonces, ¿Cuál es el sentido de predicar el evangelio a todos? Es “poder de Dios para salvación” (Romanos 1:16), la forma en que Dios da la fe y el arrepentimiento a todos aquellos a quienes EL ha elegido desde la eternidad y redimido en Cristo. ¡Que sea ese poder para la salvación de muchos!

Para más información en Español, por favor haz clic aquí.

Show Buttons
Hide Buttons