Prof. Herman Hanko
Un hermano de Uganda pregunta: “Cuando Saúl visitó a la médium y Samuel habló, ¿era realmente Samuel o era el diablo haciéndose pasar por él?”
1 Samuel 28:3-25, el pasaje al que se refiere el preguntante, es demasiado largo para repetirlo aquí, por lo que se pide a nuestros lectores que recurran a sus Biblias y lean el pasaje antes de considerar esta respuesta.
Saúl y los ejércitos de Israel fueron preparados para enfrentar a los Filisteos en la batalla. Los Filisteos, desde los días de Sansón, habían sido una espina en el costado de Israel y una herramienta en las manos del Señor para castigar a Su pueblo por su constante rebelión contra Él al negarse a adorarlo y dar su adoración a Baal y Astarté.
A petición de la nación por un rey, Dios les había dado a Saúl, el hijo de Cis. Al principio parecía ser un buen rey, pero pronto comenzó a demostrar que odiaba a Dios porque se negaba a caminar en Sus caminos. Ahora había llegado el tiempo del castigo total de Dios sobre Saúl e Israel, porque los Filisteos estaban reunidos contra Israel en una poderosa hueste. Saúl estaba desesperadamente asustado porque Dios lo había abandonado y no le hablaba más. Antes de la apostasía de Saúl, el Señor le había hablado a Saúl por medio de Samuel, el profeta y juez de la nación.
Saúl envió a sus siervos a buscar a una bruja con la desesperada esperanza de poder convocar a Samuel desde el más allá de la tumba para escuchar las palabras del profeta del Señor en la víspera de la batalla. Los siervos descubrieron a una bruja en Endor.
Parece que el pecado de la brujería se practicó muy temprano en la historia del mundo. El Faraón tenía sus magos (Éxodo 7-9). En Su ley, Dios advirtió repetidamente a Israel contra todas las formas de brujería. La brujería es tan atractiva para los hombres y mujeres caídos porque, a través de la magia y la hechicería, las personas se atribuyen poderes extraordinarios que les permiten hablar con los muertos, profetizar eventos en el futuro y otorgar poderes sobrehumanos que no están disponibles para los mortales comunes. En nuestra era “científica”, se siguen practicando todo tipo de supersticiones: médiums, nigromantes, profetisas con bolas de cristal, leedores de manos, leedores de las mentes, todo tipo de formas de percepción extrasensorial, etc. Se encuentra entre las personas de países “incivilizados”, pero, aunque quizás más sofisticado, también se encuentra en todos los rincones de nuestra sociedad. Saúl había prohibido a todas las brujas de la nación (1 Sam. 28:3), pero ahora, con un miedo desesperado, quería que una bruja intentara llegar a Samuel.
Creo que Samuel si habló con Saúl, aunque sólo la bruja parece haberlo visto. No tengo ninguna duda de que Dios fue capaz de enviar a Samuel de vuelta de la tumba para llevar Su palabra a Saúl. El texto es muy explícito al decirnos que Samuel ciertamente vino a contarle a Saúl de los juicios de Dios sobre él. La palabra que Samuel trajo es también una palabra que sólo podía venir de Dios.
Pero el incidente es muy inusual y la Biblia no registra ningún otro evento similar. Lo extraño es que 1) sólo la bruja pudo ver a Samuel; 2) Samuel apareció tal como se habría visto si todavía estuviera en la tierra, viejo y con una manto; 3) queda la impresión de que Samuel vino, no del cielo, sino de lo que en el Antiguo Testamento se llamaba Seol, el lugar de los muertos. Me parece que estos tres puntos implícitos en el texto son concluyentes. Dios realizó un milagro en un punto crucial de la historia de Israel. Tuvo lugar un acontecimiento que debió de impactar a toda la nación, ya que fue registrado para que todo Israel lo leyera en las Sagradas Escrituras. Con este prodigio, Dios mostró a la nación por qué los estaba castigando, qué sucede a los reyes malvados que llevan a Israel por el mal camino y qué cosas malas suceden cuando las personas recurren a cualquier forma de brujería.
Obsérvese que la mujer no resucitó a Samuel con su brujería. Ella misma se asustó casi fuera de si cuando Samuel se le apareció. Ella afirmó que era capaz de hacerlo, pero cuando Samuel apareció, supo inmediatamente que no lo había traído de vuelta.
Aunque muchos profesan tener poderes más allá de las capacidades humanas, la mayor parte del ejercicio de estos “poderes” es pura ilusión y engaño de personas terriblemente supersticiosas. Digo “la mayor parte” porque personalmente creo que los médiums de todo tipo, incluyendo los que hacen milagros, pueden y a menudo se convierten en agentes de Satanás, quien tiene poderes más allá de los nuestros.
Hace muchos años, me pidieron que diera un discurso sobre el ocultismo. Me negué incluso cuando me presionaron mucho para que lo hiciera. Pero cuando me dijeron que algunos estaban usando prácticas ocultas como una forma de entretenimiento, acepté hablar. Sin saber casi nada sobre el ocultismo, fui al centro de la ciudad a la biblioteca y volví a casa con un montón de libros. No fue una lectura agradable, pero me convencí de que efectivamente había varios sucesos inexplicables, que eran evidencias de lo oculto. Lo que fue particularmente convincente fue el testimonio de los misioneros en tierras paganas que habían luchado contra el ocultismo entre los paganos.
Llegué a la conclusión de que, en ciertos casos, al participar en diversas prácticas relacionadas con la brujería, los practicantes se abrían a influencias y poderes demoníacos. Apocalipsis 13, en su descripción del Anticristo como un agente de Satanás mismo, afirma que él será capaz de realizar milagros—probablemente por los poderes que le da el diablo.
La conclusión de todo el asunto es la siguiente: es pecaminoso y diabólicamente peligroso (uso la palabra “diabólicamente” en su significado literal) participar en cualquier práctica oculta del tipo más simple. Incluso usar cosas como tablas Ouija, levantamiento de mesas, levitaciones, etc., con fines de “entretenimiento” es abrirse uno a un posible control demoníaco. He hablado con un par de personas que han sido liberadas de tales horrores. Una era una adoradora de Satanás antes de ser llevada a la salvación; otro era un líder del movimiento Pentecostal. Sus historias no eran agradables de escuchar y luchan diariamente con las tentaciones permanentes de su pecado anterior.
La advertencia de la Biblia contra todas las formas de brujería y lo oculto debe tomarse con total seriedad (por ejemplo, Deut. 18: 9-14). Tenemos la revelación escrita de Dios en las infalibles Escrituras. Todo lo que necesitamos saber para nuestra salvación está en ellas. Sumerjámonos en la suficiente Palabra de Dios y evitemos todas las supersticiones lo que evitaríamos los poderes del infierno.
