Rev Rodney Kleyn
2 Tesalonicenses 2:3-4
17 Abril, 2016 / Numero 3824
Reformed Witness Hour http://reformedwitnesshour.org/broadcast/antichrist-the-man-of-sin/
Queridos Amigos del Radio,
Hoy les voy a traer un mensaje bajo el tema “La Revelación del Hombre de Pecado”. El tema principal será el Anticristo. Este será el primero de tres mensajes sobre el Anticristo. Quiero comenzar por leer con ustedes de II Tesalonicenses 2: 3, 4. Pablo escribe allí: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá (esto se refiere al día del regreso de Jesucristo) sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.”
Hemos estado mirando las señales de la venida de Jesucristo. Jesús nos dice en la Biblia: “yo vengo pronto”, y Él dice que Su venida será como un ladrón en la noche. Pero a Su pueblo, Él da señales, no sólo para decirnos que Él viene, y ciertamente no para decirnos el tiempo exacto de Su venida, sino para mantenernos alertas de Su venida. Las señales de la venida de Jesucristo están siempre presentes en la historia, pero a medida que avanza la historia, aumentan en intensidad y frecuencia. Eso significa que justo antes del tiempo en que Jesús vuelva en Su segunda venida, estas señales serán más claras que nunca.
Ya hemos visto algunas de estas señales: las señales de la creación (los desastres naturales), las señales entre las naciones (guerras) y las señales en la iglesia (el abandono y apostasía). Hoy vamos a comenzar a mirar la señal del Anticristo. Esta es una de las más prominentes de las señales del regreso de Jesús. De todos las señales, es el más frecuentemente mencionado en la Escritura. Jesús mismo lo menciona; Pablo escribe sobre esto en sus epístolas; Juan escribe sobre esto en su epístola; lo encuentras en el libro de Apocalipsis en las visiones que Juan recibe; y también lo encontramos especialmente en el Antiguo Testamento, en el libro de Daniel.
¿Quién es el Anticristo? Primero quiero dar una descripción completa y luego mirar algunos pasajes bíblicos para contestar esa pregunta. La Biblia nos dice que en el futuro, justo antes de que Jesús vuelva, un hombre -no un ángel o una mujer – sino un hombre que se identifica en la Escritura como Anticristo se establecerá como el gobernante de un reino mundial. Eso nos dice que las naciones estarán unidas como una en el día en que él venga. Este hombre tendrá una personalidad carismática. Apocalipsis 13 dice que toda la tierra se maravillaba en pos de la bestia. Él dará grandes promesas, promesas especialmente de paz entre las naciones y prosperidad para todos. Se proclamará a sí mismo como la respuesta a todos los problemas del mundo: sus problemas sociales de pobreza y de discriminación y sus problemas políticos de guerra. Este gobernante será un hombre tolerante religioso y moralmente, y de hecho atraerá tanto apoyo de las falsas religiones de la tierra, incluyendo el falso cristianismo, que será adorado como Dios, el Dios de todas las religiones.
Pero al mismo tiempo, y aquí es donde realmente vemos quién es el Anticristo, el Anticristo se opondrá a Cristo y al verdadero Cristianismo y las Escrituras y el Evangelio. Y en un intento de destruir el testimonio de Jesucristo en la tierra, implementará una feroz persecución contra el verdadero cristianismo. Desde el punto de vista humano, el Anticristo será “todo un hombre”, un gobernante asombroso. Pero, desde un punto de vista espiritual, será lo más parecido al diablo encarnado.
Queremos ver algunos pasajes bíblicos que apoyan esta descripción del Anticristo. Primero llamo su atención al pasaje que leemos en II Tesalonicenses 2. Los santos en Tesalónica estaban preocupados por la venida repentina de Jesucristo, pero Pablo les dice que no deben ser engañados al pensar que el día de Jesús está cerca o inminente. Dice que primero hay dos cosas que deben ocurrir: “porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”. Lo primero que debe ocurrir es la gran apostasía, la gran caída y la alejamiento de la verdad. Entonces, e inmediatamente después de eso, será la revelación del hombre de pecado – el Anticristo. El Anticristo surgirá inmediatamente antes de que Jesucristo regrese. Más adelante en el capítulo, en el versículo 8, Pablo dice que cuando Jesús venga destruirá al Anticristo “con el resplandor de su venida”.
Por lo tanto, esta señal del Anticristo, la persona y el reino del Anticristo, son una realidad futura. Esto es importante porque aquellos que niegan que hay señales de la venida de Jesucristo también niegan que hay un futuro reino del Anticristo. Dicen que tal vez el Anticristo vendrá después de que los cristianos sean raptados en el aire. Por lo tanto, dicen, no tenemos que preocuparnos por la venida del Anticristo y el reino del Anticristo como cristianos en esta época presente.
Pero ahora, debemos ver que, desde un punto de vista espiritual, es una enseñanza muy peligrosa. En I Juan 2:18, Juan dice que el Anticristo vendrá. De hecho, dice, hay muchos anticristos. Su punto es que siempre debemos estar alertas al espíritu del Anticristo, que siempre está presente en el mundo y que, al final, dará lugar al reino y a la persona del Anticristo. Ese espíritu es un espíritu de placer, de humanismo, de paz fuera de Cristo, un materialismo de una vida y religión centrada en el hombre. El Anticristo está presente en su espíritu y futuro en su venida.
En segundo lugar, vemos en la Escritura que el Anticristo es un hombre, una persona real, un ser humano, un varón. Vean aquí en las descripciones que se dan de él en II Tesalonicenses 2: “el hombre de pecado, el hijo de perdición”. Entonces, los pronombres que se usan para él están todos en el masculino: “él” y ” él mismo “. Eso es importante que nosotros notemos porque debemos entender que el Anticristo no es un ángel. Él no es un ser no identificado que vendrá en el futuro como el diablo encarnado. No, el es un hombre de entre los hombres, que entenderá al hombre y hará promesas al hombre y dará al hombre lo que quiere. Su reino tiene este número, el número 6, que es el número de hombre. Eso también significa que el Anticristo no será una institución. A veces en el pasado los cristianos han identificado al papa o el papado como el Anticristo. Es cierto que el papado está contra Cristo y contra el evangelio. Pero las Escrituras nos enseñan que el Anticristo será un individuo.
En tercer lugar, la Biblia muestra claramente que el Anticristo será un gobernante político que tendrá un reino mundial. Vamos a ver más sobre esto en los próximos mensajes sobre el Anticristo. Ustedes lo ven especialmente en Daniel 7 y Apocalipsis 13, que habla de él como la bestia del mar, y luego en Apocalipsis 20, donde Satanás es soltado y las naciones se unen, engañadas por Satanás, y se unen como una sola. El punto aquí en II Tesalonicenses 2 es que Dios no permite que el reino del Anticristo venga prematuramente. Dios tiene una razón para hacer eso. Los versículos 6 y 7 de II Tesalonicenses 2 hablan de que hay alguien que lo detiene o lo suelta. La idea es restringir o detener el camino del ascenso del Anticristo. El que hace esto es Dios. Esto se describe en Apocalipsis 20 como la atadura de Satanás, y en Apocalipsis 13 como la herida de la bestia. La idea es que Dios mantiene a raya al reino del Anticristo. No dejará que Satanás engañe a las naciones, y lo hace para que la causa del evangelio continúe y el caballo blanco pueda salir victorioso. Pero habrá un futuro reino del Anticristo cuando todas las naciones se unan bajo un solo líder: el Anticristo.
Pero también vemos en la Escritura que el Anticristo no es sólo un gobernante político sino un hombre con fuertes afiliaciones religiosas y una religión falsa propia. Vamos a ver eso también en los próximos mensajes cuando veamos en Apocalipsis 13 a el Anticristo. Veremos que se le llama profeta y cordero. Apocalipsis 17 habla de la mujer que representa la falsa religión montada en la bestia. Así que hay una estrecha relación entre el Anticristo y la religión falsa. Pero el pasaje aquí en II Tesalonicenses 2:3, 4 muestra muy claramente el carácter religioso del Anticristo. Él vendrá siguiéndole los talones a la gran apostasia. Al final de la gran apostasía, o como resultado de ella, el hombre del pecado será revelado. La gente en grandes cantidades, se apartaran de Cristo y de la verdad y de Dios y del evangelio, y el Anticristo vendrá inmediatamente después de eso.
En el versículo 4, se describe la religión del Anticristo. Él se levantara “contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto”, y él, como si fuera Dios, se sentará en el templo de Dios, mostrándose a sí mismo como si fuera Dios. Esto no debe entenderse literalmente. Significa que él se levantará como cabeza de toda falsa religión. No sólo engañará a las naciones de la tierra, sino que engañará a todas las religiones de la tierra. El será un hombre religiosamente tolerante. Así que este es el Anticristo, un hombre de influencia. Él se levantará en el futuro, y establecerá un reino y una religión que es mundial.
Ahora queremos hacer la pregunta, ¿cuál será el propósito de su venida, qué tratará alcanzar? Eso se ve especialmente en los nombres que la Escritura usa para describir al Anticristo. Ciertamente estos no son nombres que él en su engaño llevará en sí mismo. Éstas son la descripción de la Biblia de él. En II Tesalonicenses 2 hay tres nombres que se dan al Anticristo los cuales muestran que él promoverá el pecado. A el se le llama “el hombre del pecado”, es decir, la encarnación de todo pecado. Él viene (v. 9) “por obra de Satanás”, el peor hombre que jamás haya existido. También se le llama “aquel inicuo”, o más literalmente, “aquel sin ley”. Eso no significa que no habrá ley, que habrá caos en su día, pero significa que derrocará la ley de Dios. Eso no se hará de manera pasiva. Eso se hará con la legislación. Eso se hará muy agresivamente. Daniel dice que cambiará los tiempos y las estaciones. Él tratará de deshacerse de cada último vestigio del cristianismo y del conocimiento de Dios en este mundo. Piensen hoy en día en la redefinición del matrimonio. El matrimonio tradicional es visto como una mala influencia en la sociedad humana, y se promueve la homosexualidad y la libertad de expresión en la sexualidad.
También se le llama aquí en II Tesalonicenses 2 como “el hijo de perdición”. Eso significa que es condenable, que Dios lo condenará. Apocalipsis 20 nos dice que la bestia y el falso profeta son arrojados al lago de fuego.
Entonces también Jesús lo llama en Mateo 24 como un “falso Cristo”. Falso significa, literalmente, un “pseudo-Cristo”. Él será un Cristo falso. Él vendrá como un títere o una imitación de Cristo. La palabra “Cristo” significa “ungido”. La obra de Jesucristo es traer salvación y redención. El Anticristo vendrá y dirá: “Estoy ungido y soy enviado y soy tu redentor y salvador”. Él será algo así como los líderes de los cultos de algunas de las otras religiones del mundo, por ejemplo, Mahoma y José Smith.
Pero el nombre principal en la Biblia usado para el Anticristo, y el que usamos, es ese nombre “Anticristo”. Esta palabra significa dos cosas. Primero, significa que está en contra de Cristo o se opone a Cristo: anti-Cristo. Él va a decir exactamente lo contrario de todo lo que Jesucristo dice. A pesar de que el Anticristo aparecerá como un mensajero de amor y alguien que tiene preocupación por las personas, un ángel de luz en su falsa enseñanza, en verdad, lo que impulsa la oposición del Anticristo es su odio hacia Cristo y el evangelio. Eso nos ayuda a mantener nuestro enfoque y nuestro ojo en Jesucristo. Reconoceremos la animosidad y el odio del Anticristo a Jesús.
Pero la palabra “Anticristo” también significa “en lugar de” o “en el lugar de” Cristo. El Anticristo vendrá anti, o en lugar de, Jesucristo. Él se levantará como Cristo, en el lugar de Jesucristo. Usurpará la posición de Dios en la religión y en la salvación de Cristo. Ese es el punto de nuevo aquí en II Tesalonicenses 2:4. Él se coloca en el templo de Dios, para que como Dios sea adorado. Eso no es literal, pero significa esto, que él se coloca en la iglesia, como cabeza de la iglesia, y como cabeza de la religión. En el lugar de Jesucristo, él toma el honor de Jesucristo para sí mismo. Ahora se puede ver por qué los Reformadores etiquetaron al Papa como el Anticristo -porque el se estableció como el vicario de Cristo en la iglesia.
Por lo tanto, este es el Anticristo y este es su propósito, como un Cristo falso que se opone a Cristo, que viene en el lugar de Jesucristo. Eso es porque su meta es reemplazar y derrocar a Jesucristo y toda verdadera religión y el verdadero cristianismo.
Ahora las Escrituras hacen claro que él nunca será capaz de lograr esa meta. De hecho, para nuestro consuelo, las Escrituras profetizan eso de manera muy clara en Apocalipsis 12, donde se tiene la visión del dragón y la mujer con el niño. Cuando la mujer da a luz al niño, el niño es llevado al cielo para estar con Dios. Así que el dragón va tras la mujer. La visión es esta. Después de que Jesús nace, y después de Su sufrimiento y muerte, Él es llevado al cielo en Su ascensión. Entonces, ¿qué hace el dragón, el diablo? Va tras la mujer, la iglesia. Él lanza sus ataques contra la iglesia y el pueblo de Dios. Esta es su meta. Su objeto no es sólo engañar a las naciones sino engañar a los creyentes. Si él pudiera engañar a un creyente, uno de los elegidos de Dios, y quitarlo del lado de Dios y traerlos a su propio lado, entonces él habria derrotado a Jesucristo y la eficacia y el poder de la cruz y el evangelio. Pero el diablo tampoco puede hacer eso. Así como él no puede atrapar al niño, así que él no puede atrapar a la mujer. No puede engañar al pueblo de Dios. En Mateo 24:24, Jesús dice que el engaño del Anticristo será tan fuerte que, si fuera posible, los mismos elegidos serían engañados. “Si fuere posible.” Esas son palabras hermosas porque significa esto: que es imposible.
Pero eso no impide que el Anticristo intente engañar al pueblo de Dios. Así que las Escrituras nos dicen algunos de sus métodos. Según el versículo 10 de II Tesalonicenses 2, vendrá con todo engaño. Él dirá: “Yo soy Cristo”. Él tendrá promesas que son grandes. Él será sigiloso. Se presentará como rasonable. Será un gran orador. II Tesalonicenses 2:9 dice que él viene con “señales y prodigios mentirosos.” esto puede ser entendidos que serán verdaderos milagros. Satanás dará poder a esta bestia, el Anticristo, para que haga milagros y, por supuesto, esperará que engañe al pueblo de Dios.
Uno de los otros métodos del Anticristo, y lo veremos más claramente en un mensaje próximo, es el método de la persecución. Él vendrá con un odio feroz contra la iglesia y el pueblo de Dios y una amarga persecución. Habrá prisión. Habrá ejecución. Esto será tan fuerte que la iglesia misma, el testimonio de la iglesia misma en la tierra, será aplastada, y los testigos serán condenados a muerte-Apocalipsis 11.
Ahora, una de las preguntas que hacemos es: ¿Cómo vendrá? Apocalipsis 13 dice que la bestia se levanta del mar. Aquí dice que su venida es a través de la obra de Satanás y que el hombre de pecado será revelado. Tenemos que entender que el Anticristo no va a aparecer repentinamente en la escena como algo nuevo. No va a venir como un político con ideas radicales que sacudan toda la fibra de las naciones y del mundo, pero va a venir de manera moderada. Va a haber algo que es muy atractivo de él. Su atractivo será que será capaz de reunir todo y todos. No sólo propondrá soluciones plausibles para la economía, la política y las cuestiones sociales y la religión, sino que unirá a los pueblos de la tierra. Él encabezará una oleada de opinión popular. Será un gran comunicador, que convencerá a los que están en contra de él, hasta que, como dice Apocalipsis, todo el mundo se maraville de él, que se quedará en el asombro de él. Podrá venir por ese camino porque todo lo que representa el Anticristo ya está presente en el mundo.
Sí, el espíritu del Anticristo está presente. Juan dice en I Juan 2:18, hay muchos anticristos. II Tesalonicenses 2:7 dice que “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad”. La idea es que todo lo que el Anticristo representa está presente en el mundo y él encabezará una oleada hasta que finalmente llegue a su posición de poder. Él no vendrá como un demonio con cuernos, pero vendrá como un cordero. Él tendrá su tiempo. Él vendrá como un ángel de luz, y su venida, debemos entender, sólo servirá para acercarnos al día de Jesucristo. Sus días serán cortos, nos dice la Biblia, e inmediatamente después, Jesús vendrá.
Entonces, ¿cuál es nuestro llamado ahora con respecto al Anticristo? En primer lugar, es para vigilar. Debemos ser conscientes del espíritu del Anticristo y de los muchos anticristos. No estamos mirando al horizonte por la venida del Anticristo en el futuro, pero tenemos que verlo hoy. Entonces tenemos que oponernos al espíritu del Anticristo. Debemos oponernos a la unidad religiosa y política que se busca. Debemos oponernos a la herejía y promover la verdad, para que no exista una unidad con desprecio a la verdad. Pero especialmente debemos oponernos al espíritu al Anticristo en nosotros mismos, porque es mi carne la que quiere lo que el Anticristo promete. Hay un atractivo en el materialismo y el placer, la paz y la prosperidad que propone el Anticristo.
Entonces, nuestro llamado es también esto: que no tengamos miedo. Esa es nuestra tentación. Oímos hablar de persecución. Vemos cosas que suceden en el mundo que están más allá de nuestra capacidad de resistir y estamos tentados a pensar que el Anticristo es tan fuerte y tan poderoso que él prevalecerá. Pero Jesús no nos habla del Anticristo y de su reino y de su persecución para atemorizarnos. Más bien, Él nos enseña esto para que podamos saber que Él viene, para que podamos saber que Él realmente envía al Anticristo en preparación para Su venida, y que cuando Él venga, Él no sólo destruirá al Anticristo y el reino de los Anticristo, pero Él establecerá Su propio reino eterno. Y el Anticristo y la bestia y el profeta y el dragón serán arrojados al lago de fuego preparado para el diablo y sus ángeles.
Así que no debemos tener miedo. No debemos mirar al Anticristo, pero debemos, mirando más allá del Anticristo, ver a Cristo mismo. El Anticristo es un falso. Es una imitador. Es una mala imitación. No podría existir sin la realidad de Jesucristo. Así que debemos mantener nuestros ojos fijos en Cristo mismo y el evangelio y el propósito de su venida.
Así que oren, Ven, Señor Jesús, sí, ven pronto.
Oremos.
Padre te damos gracias por la manera en la cual Jesús nos prepara para su venida al decirnos acerca del reino del anticristo que está por venir. Pedimos que nos ayudes a velar y estar listos, especialmente desde una perspectiva espiritual en contra de las tentaciones y la mentira de Satanás y del anticristo. Nuestra petición es: ven Señor Jesús, y con la esperanza en ese dia nosotros esperamos que todo esto acontezca y que la copa de iniquidad sea llenada y que la iglesia sea redimida y traída a la gloria. Esperamos por ese dia. Ven, Señor Jesús. Amen.
