Brian Crossett
Los bautistas a menudo argumentan que si queremos conocer el correcto modo de bautismo, ¿qué mejor ejemplo deberíamos seguir que el de Cristo mismo? Y seguramente fue inmerso y no aspergido con agua…
Más que seguir una lectura superficial el texto (y leerla bajo presuposiciones bautistas), debemos examinar la Escrituras, haciendo algunas puntuaciones.
- Jesús fue hacia Juan el Bautista cuando Él ya tenía cerca de 30 años (Lucas 3:21-23).
- Juan se niega a hacerlo diciendo que él necesitaba ser bautizado por Jesús (Mateo 3.14). Después de todo, ¿Qué sentido tiene el bautismo para el perdón de los pecados, un bautismo “en agua para arrepentimiento” (Mat 3:11), para Jesús, que no tenía pecado? Jesús respondió a Juan “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.” (Mat 3:15). Cristo vino para cumplir toda justicia (Deut. 6.25), y cumplir justicia significa guardar la ley perfectamente. Pero Cristo dice que Él debe ser bautizado “para que cumplieran toda justicia”, no sólo Él, sino que también Juan el Bautista. Así el bautismo de Jesús por Juan fue un asunto de cumplir la ley, pero la pregunta es: ¿Qué ley?
- Después que Jesús limpió el templo, los principales sacerdotes y ancianos fueron a Él y le preguntaron, ya que Él estaba enseñando, “¿Con qué autoridad haces estas cosas?” (Mat 21.23). Jesús no evitó la pregunta ni cambió el tema. Él respondió con una pregunta que apuntaba al asunto acerca de su autoridad: “también yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres?” (Mat 21.24-25). Jesús igualó el bautismo de Juan con su recepción de autoridad para hacer el trabajo de un sacerdote, es decir, limpiar el temple y enseñar en él. Sólo la ordinación da a un hombre la autoridad de hacer el trabajo de un sacerdote. ¿Es eso a lo que se refería Jesús?
- Hebreos 5:4-5 enseña que un hombre debe ser ordenado para hacer el trabajo de un sacerdote: “Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.” Claramente, Cristo fue ordenado como lo fue Aarón.
Veamos entonces que aconteció en la ordenación de Aarón. Primero, en Números 4.47, leemos, “desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entraban para ministrar en el servicio y tener cargo de obra en el tabernáculo de reunión.” Parece que estamos en el camino cierto (que el bautismo de Jesús fue su ordenación) porque Jesús tenía cerca de treinta años (Lucas 3:23). Segundo, ¿cómo eran ordenados los sacerdotes y los levitas? Números 8.6-7 declara: “Toma a los levitas de entre los hijos de Israel, y haz expiación por ellos. Así harás para expiación por ellos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación…”
¿Entonces cuál es la conclusión? Cristo fue ordenado como Aarón.
Aarón y Cristo fueron llamados por Dios.
Aarón y Cristo fueron ordenados con 30 años o más.
Aarón y Cristo fueron ordenados por alguien que ya era ordenado (Moisés y Juan el Bautista, respectivamente).
¿Cómo ellos fueron ordenados? Aarón fue ordenado por aspersión. ¿Debemos creer que Cristo fue ordenado por inmersión o por aspersión?
Fuente: Was Christ Immersed?