Rev. Stewart
Ya que “toda la Escritura es inspirada por Dios [literalmente, soplada por Dios],” ella es “útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (II Tim. 3:16). El infinito y sabio Dios no sopla una palabra de poco uso o valor; Él sopló el libro más útil jamás producido.
Algunos reconocen la utilidad de la Escritura pero la usa de la manera equivocada. Ellos piensan que la utilidad de la Biblia consiste en decirnos (en forma de código) cuando Cristo volverá (contrastar con Marcos 13:32) o quien ganará una guerra o evento deportivo. Otros abren la Biblia al azar y ponen su dedo en un versículo esperando que él los guíe al tomar una decisión: ¿Debo cambiarme de casa? ¿Debo casarme con él? ¿Debo ser pastor? ¿Dónde debo ir de vacaciones? Etc. Otros piensan que el propósito de la lectura de la Biblia es hacerlos felices y sentirse bien con ellos mismos.
La Biblia debe ser usada para aprender acerca de nuestro Padre y el trabajo que Él requiere de nosotros de manera que podamos glorificarlo y gozar de Él (Catecismo Menor de Westminster, P. 1, 3). II Timoteo 3:16 explica la utilidad de la Escritura en cuatro cortas frases. La Biblia es útil “para enseñar.” Note que la enseñanza de la doctrina es puesta en primer lugar; hoy hay muchos que les gustaría ponerla al final o, de plano, ignorarla. La Escritura nos instruya acerca del Dios Trino, glorioso en su santidad, poder y verdad, y su propósito eterno para el mundo, centrándose en la salvación de su pueblo por medio de la fe en el Cristo crucificado y resucitado (15).
La Escritura no sólo nos enseña la verdad sino que nos enseña como debemos vivir la verdad. Ella es útil “para redargüir,” convenciéndonos y remordiendo nuestras conciencias por nuestros malos caminos. Ella también lo es “para corregir.” Para “redargüir” la Biblia nos muestra nuestro pecado, para corrección nos dice lo que debemos hacer. Es más, la Escritura es “para instruir en justicia,” de forma que nos provee de un disciplinado entrenamiento en santidad. Debido a que la Biblia es el martillo de Dios ella también nos faculta para crecer en gracia diariamente.
Es vital que usted crea que la Biblia es útil. Si no lo hace, ¿usted parará de leerla para usted mismo, para aquello bueno que hace por usted? Usted se detendrá de crecer y entonces también dejará su devocional familiar. Por otro lado, al creer en la utilidad de la Escritura, usted hará un uso diligente de la Palabra personal y colectivamente. Buscará en las Escrituras y no sólo la “ojeará.” Usted la memorizará y meditará en ella.
Mire entonces la utilidad en la Palabra en la forma que ella dice que te será útil. Espere ser enseñado, redargüido, corregido e instruido en la justicia de la Biblia. Si usted no se está beneficiando hay algo mal en su vida espiritual y debe arrepentirse y redescubrir la gloria de la Escritura inspirada por Dios.
Traducida por: Marcelo Sánchez
Título original: God-breathed Scripture (3)