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Hijos Santos / Holy Children

     

Rev. Angus Stewart

1 Corintios 7:14 afirma que los hijos de un creyente (o los hijos de dos creyentes) no son “inmundos” sino “santos” (griego: hagios). Pero ¿qué significa la santidad de los hijos de los creyentes aquí?

Algunos argumentan que esto significa que estos niños no son ilegítimos (esto es, debido a que sus padres estaban válidamente casados), mientras que otros consideran que la santidad aquí significa solo que los hijos de los creyentes están formalmente en la iglesia instituida, externamente, exteriormente y legalmente y, por lo tanto, tienen acceso a la enseñanza e influencia cristiana.

Nosotros creemos que la santidad de los hijos de los creyentes es real, interna, infundida, es santidad espiritual o santificación (también de hagios) por la cual son limpiados del pecado y consagrados a Dios por el Espíritu Santo. Así, los creyentes adultos y su simiente elegida participan de una manera creatural en la santidad de Dios (1 Ped. 1:15-16). Nuestros hijos “santos” (1 Corintios 7:14) son santificados por el Dios Trino (Judas 1), en Cristo (1 Cor. 1:2, 30; Hb. 2:11) y por medio del Espíritu Santo (Rom. 15:16; 1 Ped. 1:2). Al igual que nosotros, nuestra simiente espiritual fue escogida en Cristo para la santidad antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4) y santificada a través de la ofrenda de Cristo por nosotros en la cruz (Hb. 10:10, 14). Como miembros de la iglesia, Cristo amó y se entregó a sí mismo por nuestros hijos elegidos para “santificarlos y limpiarlos” y, en el último día, presentarlos “santos y sin mancha” a si mismo como parte de su única iglesia, santa, católica y apostólica (Ef. 5:25-27). Así, por la gracia soberana e irresistible de Dios en la regeneración, nuestros hijos “santos” son “creados en la justicia y santidad de la verdad” (Ef. 4:24).

Pero ¿por qué creemos que la santidad de los hijos de los creyentes (1 Cor. 7:14) es una santidad real, interna, infundida, espiritual? Primero, porque este es el significado habitual de “santo” (hagios), como indica el párrafo anterior. En segundo lugar, y de manera concluyente, esto concuerda con la enseñanza de la Biblia con respecto a los hijos de los creyentes. Consideremos: (1) Ellos están en el reino de Dios y bajo el gobierno salvador y la bendición de Cristo (Mar. 10:13-16). (2) Ellos son santos (o santas) y miembros de la iglesia de Cristo que están llamados a guardar el quinto mandamiento, como regla de gratitud (Ef. 1:1; ver 6:1-4; Col. 1:1-2; ver 3:20-21). (3) Ellos están en el pacto de gracia y por lo tanto el Dios Trino es su Dios y ellos son Su pueblo, —con todo lo que ello implica — (Gen. 17:7). (4) Dios promete que Su pacto, Espíritu Santo y palabras están con ellos (Is. 59:21), — una promesa que claramente se obtiene en el Nuevo Testamento — (Is. 59:20; ver Rom. 11:26). (5) El Espíritu Santo prometido de Dios (y las bendiciones de la salvación mesiánica que Él trae) no es sólo para los creyentes sino también para sus hijos (Hch. 2:39). (6) Así leemos acerca de la regeneración infantil de Jeremías (Jer. 1:5), Juan el Bautista (Lc. 1:15, 41, 44) y los “hijos”, “bebés” y “lactantes” en el templo en el día de la entrada triunfal de Cristo, porque ¿de qué otra manera podría Dios perfeccionar la alabanza de ellos sino es regenerándolos (Mat. 21:15-16; Sal. 8:2)?

Pero algunos pueden objetar que, dado que 1 Corintios 7:14 dice que el cónyuge incrédulo es (externa y posicionalmente) santificado por el cónyuge creyente (ver CR News X:24 [April, 2006]), la santificación de los hijos no puede ser una santidad real, interior, infundida, espiritual. Primero, mientras que el texto dice dos veces que el cónyuge inconverso es “incrédulo”, no se dice nada perjudicial con respecto a la condición espiritual de los hijos. Segundo, la santificación (externa, posicional) del cónyuge incrédulo y la santidad de los hijos no se colocan a la par. Por el contrario, este último es el fundamento o la base del primero. Dos creyentes en el matrimonio tienen hijos santos; dos incrédulos producen hijos impíos; Pero ¿qué pasa con los hijos de un creyente y un incrédulo? Nuestro texto explica que son santos y dado que esto es así, el cónyuge incrédulo debe ser (externa y posicionalmente) santificado. Tercero, mientras que la santificación (externa, posicional) del cónyuge incrédulo debe ser probada, la santidad de los hijos es asumida. ¿Por qué habría de suponerse en esta epístola inspirada y por el pueblo de Dios, excepto que la santidad de los hijos de los creyentes sea algo claramente enseñado en la Palabra de Dios? Porque, como he mostrado anteriormente, ellos son miembros del reino, de la iglesia y del pacto de Dios que son salvos y bendecidos por Cristo y regenerados y santificados por Su Espíritu.

Esta santidad espiritual interna de nuestros hijos elegidos se enseña en los Cánones de Dordt 1:17 (como parte de la verdad de la elección incondicional), el Catecismo de Heidelberg, P & R. 74 y “La forma para la administración del bautismo” (ver las muchas citas sobre el bautismo infantil).

Esto es vital para nuestra comprensión del matrimonio cristiano (el tema de 1 Cor. 7). ¿Cómo pueden los creyentes en matrimonios mixtos (o parejas creyentes) ver a sus hijos? No como pequeñas víboras impías, sino como “santos por gracia sobrenatural” que poseen “la nueva vida espiritual” (Calvino, Institutos 4.16.31). Porque Dios hace soberanamente una diferencia entre los hijos de los creyentes y los hijos de los incrédulos por Su pacto eterno de gracia (Gen 17:7; Hch. 2:39). Sin embargo, la elección incondicional y la reprobación incluso afectan a los hijos físicos de los creyentes. Algunos son los “hijos de la promesa” elegidos; otros son los “hijos de la carne” reprobados. “Como está escrito: A Jacob amé, más a Esaú aborrecí” (Rom. 9:6-13).

(Del Libro, The Covenant of God and the Children of Believers, por David J. Engelsma o para folletos gratuitos, “The Children of the Promise” por Herman Hoeksema y “The Covenant of God and Children of Believers” por David J. Engelsma, escribir a la Libreria de la CPRC, 7 Lislunnan Road, Kells, Ballymena, N. Ireland, BT42 3NR.)

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