por Ron Hanko
Nada enseña la importancia de la doctrina Bíblica de la Trinidad tanto como su conexión a la vida familiar. Es la fundación de la familia y de nuestro llamado en la familia.
¡Entendámoslo! La confesión de que Dios es un Dios Trino es la confesión de que Él es un Dios familiar. En la Trinidad Dios se revela asimismo como un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo. Por lo tanto en la Trinidad, Dios es una familia. En esa familia, Él vive una vida de perfecta amistad, perfecta armonía y perfecto amor.
Esto es porque la Palabra de Dios habla a menudo de familias (Salmo 68:6, 107:41). Esto es porque Dios salva a familias (Jeremías 31:1, Amos 3:2, Hechos 16:31-34). La familia es siempre un reflejo de Su propia gloria como el Dios Trino.
Esto tiene muchas implicaciones prácticas. Por un lado, explica la deterioración de la familia y de los valores familiares de hoy día. Ya que al ser creados para ser un reflejo de la vida trinitaria familiar de Dios, la familia no puede prosperar aparte de Él.
Además, la Trinidad es donde nosotros aprendemos de cómo vivir como familias. Que nosotros vamos a Dios para aprender de la vida familiar significa que nosotros vamos a Su Palabra en la Biblia. También significa que vamos a Él como Padre para aprender a ser padres (y madres) a nuestros hijos. Significa que nosotros traemos a nuestros hijos a Su santo Hijo Jesús para aprender sus llamamientos como hijos. Significa que nosotros vamos a Él como Espíritu Santo para aprender acerca de paz, unidad, amor, compañerismo, y todas las otras bendiciones de la vida familiar. Solo el Espíritu Santo puede enseñarnos estas cosas. Él es la fuente de estas bendiciones en la Deidad y en nuestras familias.
La Biblia en si misma dibuja este paralelo en el Salmo 103:13, “Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen.”El mismo paralelo es dibujado en Efesios 6:1-4, y Colosenses 3:18-21. La obediencia de los hijos, la sumisión de las esposas, el amor de los esposos y la misericordia de los padres no es “correcta” y “encaja” y “agrada” solo porque es lo que Dios manda, pero porque Él es el Padre de nuestro Señor Jesucristo (Efesios 1:5), el amado Hijo y primogénito de cada criatura (Colosenses 1:13.15), y porque Él es un Espíritu (Efesios 4:4).
Lo que es verdad para la familia es verdad para la iglesia. La iglesia es llamada una familia o comunidad (Gálatas 6:10, Efesios 2:19, 3:15). La iglesia es construida sobre las familias (Hechos 5:42, 20:20) y, con sus guardianes, toma la forma de familia. (1 Corintios 4:15, Gálatas 4:19, 1 Timoteo 5:1-2). De hecho, la iglesia es la familia de Dios, reconociendo a Dios como Padre y sometiéndose a la regla de Cristo el Hermano mayor, y viviendo en la casa de Dios (2 Corintios 6:18, Hebreos 2:13). Por lo tanto, la iglesia también debe de aprender acerca de su vida familiar de su Dios familiar; Padre, Hijo, y Espíritu Santo.
La cosa más importante para nuestras familias, es por consiguiente, la cosa más importante para la gran familia de la iglesia; saber de Dios y conocerle como Él se revela en la Trinidad. Pueda Dios concedernos este conocimiento!
Tomado de Doctrine According to Godliness por Ronald Hanko, pp. 60-61.
Título en inglés: “The Trinity and the Family.”