Rev. Barry Gritters
¿La fe de nuestros padres está viviendo en tu vida? ¿En tu iglesia? Nosotros cantamos: “La fe de nuestros padres aun vive …” y sin dudas la fe está viva. Pero la pregunta es, “¿Dónde está se está viviendo y confesando aquella fe?” Y, “¿cuál es la fe de nuestros padres?” Esta fue expresada hace más de 350 años por nuestros padres en el sínodo de Dort (Holanda). Nosotros usamos el acróstico: TULIP [tulipán en inglés, que expresa el nombre en inglés de las doctrinas de la gracia – Nota del Traductor] para ayudarnos a recordar lo que nuestros padres dijeron que enseñaba la Biblia:
¿Muertos en pecado?
Depravación Total (T – Total Depravity)
Esta enseña simplemente que el HOMBRE está MUERTO. La Biblia dice que tú y yo estamos muertos en delitos y pecados (Ef. 2:1-6) a menos que hayamos nacido de nuevo. ¡¡MUERTOS!! Mas que eso, el hombre o mujer que está muerto en pecado odia a Dios, y su “mente carnal” es “enemistad contra Dios” (Rom. 8:7). Su voluntad está totalmente en contra de Dios. Esta idea bíblica cambia mucho de lo que hoy se dice acerca de la salvación.
Considere lo que esto significa:
1. ¿Puede un hombre hacer buenas obras, si él no es un cristiano que ha nacido de nuevo? No. “y todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Rom. 14:23).
2. ¿Puede un hombre querer nacer de Nuevo y seguir las instrucciones para hacerlo? No, eso sería como decir que un hombre que está en una tumba puede desear salir de la tumba, o seguir las instrucciones para estar vivo. Sería como tratar de alentarlo a salir de la tumba. “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha” (Jn. 6:63).
3. ¿Puede algún hombre “aceptar a Cristo” como su Salvador personal, de tal modo que él se torna salvo después de ello? Obviamente que no. Aceptar a Cristo es una buena obra hecha sólo por un Cristiano. Sólo DESPUÉS de que Dios da vida a una persona, él puede, y seguramente lo hará, aceptar a Cristo. “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Jn. 6:44).
4. ¿Puedes “ofrecer salvación” a cualquier persona? Eso es totalmente imposible. Es más fácil ofrecer comida a un hombre muerto que salvación a un pecador muerto (Ef. 2:1-2).
SÓLO DIOS PUEDE HACERNOS VIVIR. DIOS LO HACE SOBERÁNAMENTE – SIN NUESTRA AYUDA, SIN PREGUNTARNOS. Desde principio a fin “La salvación es de Jehová” (Jon. 2:9). Esa es la fe que predicamos, porque ésta es bíblica, porque ésta es la FE de nuestros padres, la que amamos, aún vive en nuestros corazones, y porque le da la gloria a Dios.
No es mi elección
Elección Incondicional (U – Unconditional Election)
Esto simplemente significa: Dios eligió dar a algunos hombres vida eternal, sin mirar nada bueno en ellos como una condición para amarlos y salvarlos.
Antes de que cualquier hombre o mujer—de hecho, antes de que el mundo fuera creado—Dios decidió quienes irían al cielo y quienes no. Antes de que ellos hicieran bien o mal, Dios a algunos para ser Su pueblo y rechazó a otros.
“Elección CONDICIONAL” significaría que Dios eligió para ser de Él a quien primero lo amo y eligió a Él. Pero la Biblia dice: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Juan 15:16; por favor ver también Rom. 9:11-21). Hechos 13:48 dice que “creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.” Sólo cuando hablamos en este lenguaje el caballo va delante de los carros. La elección INCONDICIONAL pone los carros delante de los caballos porque dice que el hombre cree y ENTONCES es ordenado para vida eterna. Lea cuidadosamente Juan 10:26 por otro claro “caballo delante de los carros.” ¿Puede imaginar lo que significa negar esta doctrina? Si recordamos que antes de ser salvos no podemos hacer nada bueno (Juan 15:5; Efesios 2:1-6), la única conclusión es que nunca pudimos elegir a Dios. Y nunca podríamos. Y nunca seríamos salvos.
Pero Dios es soberano y elige a quienes Él elige. Después que Él nos elige, nosotros lo elegimos diariamente. Todo lo que somos y tenemos es dado a nosotros por Dios.
Nuevamente, esta es la fe que predicamos, porque ésta es bíblica, porque ésta es la fe de nuestros padres, la que aún vive en nuestros corazones, y porque le da la gloria a Dios.
¿Por todos los hombres?
Expiación Limitada (L – Limited Atonement)
El gran mensaje del evangelio que hoy tantos están urgentemente llevando a tierras lejanas es que Cristo hizo una expiación con su muerte. Pero hay dos puntos críticos donde este mensaje está severamente distorsionado, de forma que ya no lleva el mensaje del evangelio.
LA PRIMERA DISTORCIÓN tiene relación con lo que la muerte de Cristo hizo. Lo que la Biblia dice de la Expiación es que Su muerte pagó los pecados. Pero muchos enseñan hoy que la muerte de Cristo sólo fue un ejemplo para que nosotros lo siguiéramos, y si uno sigue Su ejemplo será salvo. También se dice que la muerte de Cristo no pagó por ningún pecado específico pero hizo posible que todos los pecados fueran pagados.
Pero la Biblia dice que la muerte de Cristo en la cruz si pagó por los pecados. Hechos 20:28 dice que Dios compró la iglesia con Su propia sangre. Ver también Mateo 26:28 y Hebreos 7:26-27.
LA SEGUNDA DISTORCIÓN de esta verdad bíblica es que Cristo murió por todos los hombres. Algunos enseñan que Cristo hizo posible que todos los hombres fueran salvos. Pero la pregunta que debe ser hecha aquí es: “Si Cristo murió por todos por qué no todos son salvos?” “¿Dios no puede hacer aquello que desea hacer?” “¿Hay algo deficiente en la muerte de Cristo?” “¿Puede el hombre desear ser salvo?” Pero un hombre que es totalmente depravado no puede desear ser salvo. Él odia a Dios y no quiere ser parte de la muerte de Cristo. No se puede decir que Cristo murió por todos los hombres.
La Biblia dice que Cristo entregó Su vida por Sus ovejas, y sólo por ellas (Juan 10:11). La EXPIACIÓN es LIMITADA a los elegidos de Dios. Cada uno de los pecados de las ovejas de Cristo está pagado. Esos y sólo esos pecados fueron pagados. Ese es el único evangelio porque esa es la Biblia.
¿Pateando y gritando hacia el cielo?
Gracia Irresistible (I – Irresistible Grace)
La cuarta verdad bíblica en los cinco puntos del Calvinismo enseña que la gracia salvadora de Dios no puede ser resistida. Gracia es el libre e inmerecido poder de Dios de salvar a una persona de sus pecados que, de otra manera, lo llevan al infierno. La gracia lleva al cielo a quien naturalmente debería terminar en el infierno eterno.
Aquella gracia es irresistible. Lo que significa que si Dios te da gracia no hay nada en el mundo que tú puedas hacer para resistirlo y frustrar la intención de Dios de llevarte al cielo. La seguridad de la salvación para el elegido de Dios se ve en Juan 6:37 donde Jesús dice: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí …” No hay dudas que él será salvo. El versículo 44 dice que aquellos que vienen a Dios vienen porque Dios los trajo a Él. No es nuestra voluntad sino que es la voluntad primera y poderosa de Dios.
Ahora, algunos ridiculizan esta verdad bíblica y dicen que ésta hace que el hombre vaya al cielo en contra de su voluntad. “El patea y grita todo el camino hacia el cielo.” Pero la Biblia no presenta así la gracia de Dios. Dios hace que Su pueblo se ofrezca “voluntariamente en el día de su poder” (Sal. 110:3). Para una maravillosa ilustración de esta verdad considere la conversión del apóstol Pablo. Por la gracia de Dios él fue lo que fue (I Cor. 15:10). Inmediatamente después de su conversión él dijo voluntariamente “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hch. 9:6). Esto claramente no fue contra su voluntad.
La gracia de Dios es dulce e irresistible. Él nos hace amarlo y no querer nada más. Él es tan irresistible para nosotros como un esposo lo es para su recién casada novia. Ven con nosotros y escucha la maravillosa gracia de Dios proclamada en Cristo cada día del Señor.
¿Viviendo como el Demonio?
Preservación de los Santos (P – Preservation of the Saints)
El ultimo de los cinco puntos del Calvinismo enseña que Dios preserva a Su pueblo para que él nunca se pierda. Para ponerlo simple, esto significa que: “Una vez salvo siempre eres salvo.”
La Palabra de Dios está llena de pruebas de esta hermosa verdad. Aunque muchos lo nieguen, y te digan que puedes perderte y salvarte muchas, muchas veces, y que nunca puedes estar seguro de tu salvación, la Biblia dice otra cosa. Hablando de Sus ovejas elegidas, Jesús dijo: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:28). Ver Juan 6:39; 17:2, 11-12; Romanos 8:37-39; II Timoteo 1:12; 4:8; etc. etc.
Algunos objetan esta doctrina porque supuestamente haría al hombre “carnalmente seguro” de su salvación. Eso es, si se que nada puede hacerme ir al infierno una vez que Dios me salvó, yo viviré “como el demonio.” Ha habido algunos que han usado esta hermosa verdad como una excusa para vivir como el demonio. Pero ellos no son cristianos. Ellos tampoco entienden esta verdad. Porque esta doctrina también implica “PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS.” Aquellos que nunca caen son los santos. Ellos son santos. A ellos les fue dado poder para vivir vidas santas. Cualquiera que dice que puede “vivir como el demonio” no ha experimentado el poder salvador de Cristo y no entienden Filipenses 1:6, “el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Dios continuará obrando buenas obras en nosotros hasta que Cristo vuelva. No piense otra cosa.
¿Hay alguna esperanza para los cristianos sin esta doctrina? No necesitamos estar “preocupados por el cielo.” Necesitamos seguridad. Sabemos que si correspondiera a los Cristianos permanecer salvos, él nunca podría hacerlo. Tú te conoces más que nadie. No existe poder lejos de la gracia de Dios.
Nombre Original: T.U.L.I.P. or, the Five Points of Calvinism
Traducido por: Marcelo Sánchez